De acuerdo con el análisis más reciente de Technavio, el mercado de los cristales resistente a balas está en expectativa de crecimiento de un 9.5% para el final del 2020 y su expansión alcanzará los 4 billones de dólares. El vehículo blindado tiene como necesidad clave tener los mejores cristales blindados, conocer y diferenciar calidad debe ser del conocimiento de los clientes por su seguridad. Alcanzar la calidad que tienen los cristales hoy en día ha tomado más de 100 años.
El cristal resistente a balas fue descubierto, como muchos inventos, por accidente en los mediados del siglo 17. Las gotas Prince Rupert (Prince Rupert’s Drops) nacieron en Inglaterra al colocar vidrio derretido en agua fría, esto hizo el vidrio casi indestructible. Fue en 1903 cuando el químico francés Eduardo Benedicto accidentalmente tiró al suelo una matraz que contenía una solución de nitrato líquido. Este líquido embarró todo el vidrio con una capa de plástico que hizo que el cristal se fracturara pero no se rompiera. 1903 fué el año que el cristal resistente a las balas fue creado.
Rápidamente fue evolucionando la invención y su uso, su popularidad comercial fué un éxito y el cristal fue utilizado para usos de defensa y seguridad. El desarrollo de versiones más resistentes y durables fueron clave para su implementación en vehículos de guerra, máscaras de gas y vehículos de transporte que protegían a los soldados en el campo de batalla. Debido a sus altos costos, el cristal resistente a las balas era comprado sólo por criminales (crimen organizado) o la alta sociedad.
Uno de los usos más famosos del cristal resistente a las balas fue en 1981 cuando el vehículo donde viajaba el Papa Juan Pablo II fue atacado en un intento de asesinato en la plaza de San Pedro. El Papa recibió 4 tiros, fue herido de gravedad y tuvo que ser hospitalizado; tiempo después el uso de cristales blindados fueron un requisito para los vehículos donde viajara el Papa.
Otro de los momentos claves del cristal blindado fue cuando el museo Du Louvre decidió poner a la Mona Lisa detrás de un cristal blindado después de que fue atacada por ácido y rocas en 1956. Desde entonces, ha sido protegida tanto en el museo como cuando es transportada y exhibida en otros museos alrededor del mundo. La pintura ha recibido diversos ataques en 1974 y en 2009 pero fue protegida por el cristal blindado.
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